Reseñas

 

Urquijo Torres, P. (2008), Humboldt y el Jorullo. Historia de una exploración

 

Sofía González Díaz*

 

Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental e Instituto de Geografía de la UNAM / Instituto Nacional de Ecología–SEMARNAT / Centro de Investigación y Desarrollo del Estado de Michoacán, México, 103 p., ISBN 978–703–475–0

 

* Colegio de Historia, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Con motivo del 250 aniversario de la emergencia del Jorullo en el paisaje michoacano, varias instituciones1 apoyaron la publicación del libro de Pedro S. Urquijo Torres: Humboldt y el Jorullo. Historia de una exploración, el cual forma parte de la serie "Fuentes para el estudio de la Geografía Contemporánea de Michoacán". Como lo señala el coordinador editorial, Narciso Barrera, en la presentación de la obra, el Jorullo es un elemento intrínseco de la geografía michoacana. El que éste sea un evento natural transformador y alentador de percepciones contrastantes lo convierten en un geosímbolo. Y la presencia de geosímbolos en la vida cotidiana de los pueblos se evidencia arqueológica, pictográfica, textual y estéticamente, en conjunto: "[...] dan cuenta de la importancia de los volcanes como marcadores geosimbólicos, como referentes identitarios y como representaciones estéticas" (p. 14). La erupción del Jorullo en 1759 configuró el paisaje del centro del estado y fue un evento que marcó a los habitantes del área, quienes le otorgaron atribuciones sobrenaturales. Sin embargo, los tintes científicos de investigación y análisis entran en escena de la mano del barón de Humboldt, "[...] entramado de los avatares entre la ciencia y la creencia [...]" (p. 17). Barrera retoma dos argumentos de la obra: por un lado, Urquijo presenta la narración del "viaje del viaje" (hallazgos, interpretaciones, observaciones ... del personaje); por otro, hace el "viaje en el viaje" (que implica para el lector descubrir y vivir personalmente la experiencia).

En su prólogo, Urquijo menciona su propósito de adentrar al lector en el viaje de Humboldt. Para él:

el libro pretende ser unan nueva guía, y es una invitación para quienes a través de la historia y la geografía tengan interés por visitar nuevamente el Jorullo y sus alrededores [...] (p. 25).

La idea del libro nació de una excursión científica al volcán y de un documental. ¿El propósito? Contar una historia con el fin de compartir: "abordar y transmitir momentos claves del pasado y las vidas de personajes extraordinarios al mayor público posible" (p. 28). La bibliografía y las referencias representan poca novedad para los especialistas ya que el autor recurrió a conocidos estudiosos de Humboldt, a testimonios que describen el fenómeno del Jorullo2 y a los escritos del propio científico (Humboldt, 1962, 1980, 1984, 2003 y 2005).

En la introducción, Urquijo señala que el viaje de Humboldt al Jorullo representa un momento clave para conocer la relación entre el mundo natural y la sociedad, ya que su trabajo refleja cómo la sociedad y la naturaleza se definen mutuamente de forma armónica.

[...] no era concebible un medio físico [...] sin una colectividad humana que dirigiera hacia esa geografía las manifestaciones de sus más profundos sentimientos (p. 33).

Después de dar una breve descripción de la metodología de Humboldt,3 el historiador apunta que el resultado del viaje fue aportar una visión nueva, fresca e incluso inédita en algunos aspectos; las impresiones del barón sobre el Jorullo atrajeron a exploradores nuevos y comenta: "Fue Humboldt quien dio a conocer el fenómeno geológico de forma global" (p. 38). De tal suerte, invita al lector a hacer un recorrido con la imaginación por las zonas que éste visitó, tratando de ver lo que él vio y observando cosas nuevas; verlo desde dos visiones: con los ojos del científico y con nuestros propios ojos.

El libro, breve y escrito de manera amena, está estructurado en cuatro partes. El autor se preocupa mucho por dar a conocer el contexto en el que estaban insertos los dos actores principales de la obra, es decir, la vida de Humboldt y el contexto geográfico e histórico alrededor del Jorullo. Por ende, en el primer capítulo se da un esbozo de su vida, del "científico explorador", en donde Urquijo habla de la personalidad, la formación, la trayectoria profesional, los viajes, las investigaciones y las publicaciones de Humboldt. Queda clara la imagen de un hombre que hasta el final de sus días invirtió su tiempo y dinero en la investigación y la difusión científica.

En el segundo capítulo se parte de lo general a lo particular. El lector encuentra información acerca de la constitución actual de Michoacán y del municipio de la Huacana a partir de un marco geográfico en el que se resalta la diversidad biológica, cultural y geográfica; hay utilización de datos duros (latitudes, altitudes, ríos, arroyos, actividades económicas...). Después se acerca al objeto de estudio a través del conocimiento del contexto histórico del Jorullo. En este punto relata brevemente la hacienda de San Pedro Jorullo, lugar donde nació el volcán, para entender el efecto que causó su aparición dentro del tranquilo ritmo de la vida cotidiana. Reviven las impresiones y sentimientos de sus pobladores mediante algunos testimonios y textos de religiosos (en los que se dan explicaciones prodigiosas), y las atribuciones que le otorgó el imaginario colectivo al fenómeno. Sin embargo, cabe destacar que el interés en el volcán fue algo propio de la época:

el realce cientificista del siglo XVIII incitaba a recorrer y examinar geografías maravillosas, a penetrar en la atmósfera del estudio [...] (p. 79).

Prueba de ello son las visitas y observaciones hechas por personajes como Clavijero, José Antonio Riaño, Mociño, entre otros. "Sin embargo, fue Alexander Von Humboldt el primero en explicar al mundo el origen del volcán a través de sus escritos" (Urquijo, 2008).

El tercer capítulo nos adentra en el viaje ya que Urquijo relata el recorrido de Humboldt hacia el volcán. El contacto con la naturaleza es una experiencia vivencial y sensorial, cuestión que el autor busca transmitir en la narración. Así, cuenta que Humboldt no sólo observó el volcán sino que realizó hipótesis, mediciones, inspecciones, análisis, establecimiento de coordenadas geográficas, recolecciones, anotaciones e hizo un inventario geobotánico:

[...] se da a la tarea de recopilar todo tipo de datos que los informantes puedan proporcionarle, de documentar todo aquello que se evidencie ante su entusiasta mirada, y de palpar a la naturaleza desde la naturaleza misma [...] (p. 83).

El cuarto y último apartado se centra en revisar las huellas del pensamiento humboldtiano vigentes en la Huacana. Según Pedro Urquijo, el mérito del reconocido personaje radica en la atención científica puesta al evento; en su divulgación e indica:

Las noticias que Humboldt aportara sobre el volcán Jorullo, recibieron amplia difusión en el ámbito científico europeo. La joven cumbre se convirtió entonces en un fenómeno geofísico de fama internacional (p. 92).

La huella de Humboldt sigue presente por la revaloración que se hace de sus ideas en las crisis ecológicas y ambientales del presente. La naturaleza no es sin el ser humano, y el hombre no es sin su medio; éste debe apropiarse de lo que le rodea:

[...] no tendría caso una naturaleza sin seres humanos que la clasifquen, nombren o apropien, pues la naturaleza es, en la medida en que alguna sociedad la haga suya, que proyecte en ella sus nociones éticas y sus valoraciones estéticas (p. 96).

Urquijo propone rescatar y explicar la parte del pensamiento que cuestiona la dicotomía naturaleza–cultura. La Huacana y el Jorullo en el trabajo humboldtiano representan esta dicotomía y son pauta de pensamiento científico. La unión entre naturaleza y sociedad, por ende, se manifiesta fielmente en la relación existente entre Alejandro de Humboldt y el Jorullo. El autor señala:

El Jorullo es, pues, ejemplo de la relación armónica entre el paisaje y la colectividad humana, es un museo abierto y vivo que narra a unos y a otros su propia historia (Urquijo, 2008).

Humboldt y el Jorullo es una obra que aporta datos valiosos e interesantes sobre la figura del célebre hombre de ciencia y su relación con un fenómeno regional mexicano. Incluye imágenes y mapas en blanco y negro que resultan útiles para ubicar espacial y temporalmente al lector, así como ilustraciones del volcán hechas por Humboldt y bocetos del paisaje dibujados por Francisco de Ajofrín. Estos elementos si bien no son discutidos dentro de la narración, contribuyen a enriquecer la imaginación y a hacer más vívida la travesía. Aunque el libro no es completamente descriptivo, creo que el autor logra dos puntos importantes: que el lector conozca y entienda la idea que tenía Humboldt sobre la relación entre la naturaleza y el hombre, a partir del viaje que éste realizó al volcán, o sea, mediante la propia experiencia de Humboldt. En este sentido, el utilizar los escritos del viajero como fuente fue un recurso valioso para cumplir con el cometido de que el lector recreara el "viaje del viaje." El otro punto es que el libro, en efecto, se constituye como una fuente para el estudio y acercamiento a la geografía de Michoacán. El lector se familiariza con la existencia del volcán y su presencia en el paisaje a partir de una historia original que lo fija en la mente y que despierta curiosidad por ir a conocerlo.

 

REFERENCIAS

Humboldt, A. de (1962), Del Orinoco al Amazonas, viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, Editorial Labor, Barcelona.

Humboldt, A. de (1980), Cartas americanas, compilación, prólogo y notas de Charles Minguet, Biblioteca Ayacucho, Caracas.

Humboldt, A. de (1984), Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, Porrúa ("Sepan Cuántos..." 39), México.

Humboldt, A. de (2003), Atlas geográfico y físico del Reino de la Nueva España, introducción Elías Trabulse, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM, Siglo XXI Editores, México.

Humboldt, A. de (2005), Tablas geográfico–políticas de la Nueva España, estudio introductorio Gerardo Sánchez Díaz, Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, Gobierno del Estado de Michoacán, Morelia.

 

NOTAS

1 Entre las que se cuentan el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental y el Instituto de Geografía, ambas de la UNAM. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, El Colegio de Michoacán y el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

2 Como el administrador de la hacienda de San Pedro de Jorullo, José Antonio Riaño, los minerólogos Franz Fisher y Samuel Schröeder; José Ma. Mociño, Francisco de Ajofrín, Rafael Landívar, entre otros.

3 Hace mención de sus ideas, forma de trabajar, fuentes, la ruta de su viaje, el uso de sus estudios en argumentos políticos y su influencia en el panorama científico decimonónico.